Hace ya dos años que estuve en Tailandia, en mi viaje de novios, pero frecuentemente recuerdo aquellos días mientras ojeo los álbumes de fotos con mi Raguquito. En nuestro viaje recorrimos el país asiático desde Bangkok hasta el Norte durante diez días. No dan para mucho porque harían falta semanas para ver todas las maravillas de Tailandia, pero sin duda pudimos ver lo más representativo de cada ciudad y cada región. En Bangkok disfrutamos de un par de días al inicio del viaje, el primero lo dedicamos a los templos y palacios de la capital y el segundo a otros aspectos destacados de los alrededores que algún día os detallaré. En la capital, uno de esos lugares que no puedes dejar de ver es este templo, el Wat (templo en tailandés) Phra Kaeo.
== Situación, entorno y un poco de historia ==
El Wat Phra Kaeo se encuentra en la ciudad antigua, muy cercana al centro de Bangkok, junto al río Phraya. Está en un recinto cerrado que aloja también el Palacio Real. Este complejo es la principal atracción turística de la ciudad por lo que siempre vamos a encontrar a grandes grupos de turistas. El motivo de la construcción de este complejo religioso y civil fue, por un lado servir de residencia a la familia real (actualmente no viven aquí), y por otro, conmemorar la fundación de la capital y acoger a la más famosa y venerada imagen de Buda en Tailandia, el Buda Esmeralda.
El templo comenzó a construirse en 1783, un año después de la fundación oficial de la ciudad, y se terminó en 1880. A partir de 1925 los reyes dejaron de habitar la zona del palacio. Todo el conjunto se restauró en 1982, aunque la zona del palacio estaba en obras en enero de 2006, cuando yo lo visité.
La imagen del Buda Esmeralda pasó por varias “residencias” hasta quedar definitivamente instalada en este templo. Se descubrió su interior verde, oculto por una capa de yeso, en el siglo XV, al poco de ser tallada, en un templo al norte del país, en Chiang Rai. También estuvo en Lampang, en el centro de Tailandia, e incluso en Laos y Camboya. Finalmente, volvió a Tailandia pocos años antes de la construcción del complejo y se instaló en otro templo de la ciudad, Wat Arun, hasta que finalizaron las obras de Phra Kaeo.
== Descripción del conjunto del templo ==
Como digo, el templo está dentro de un gran complejo, en un lateral, y rodeado a su vez de una galería porticada, la galería Ramakien, en cuyo interior hay un conjunto enorme de pinturas murales que narran la antigua leyenda Ramakien. Esta galería tiene varios accesos, todos ellos custodiados por una especie de demonios llamados yakshas situados en parejas.
En el interior hay varios edificios destacados y distribuidos en terrazas. Quizás el más llamativo de la terraza intermedia sea el gran Chedi (stupa) dorado que conserva un trozo del esternón de Buda; es el edificio más alto y llamativo por su intenso brillo. Hay otro chedi más pequeño y con una tipología un poco diferente, en forma escalonada, también dorado y con una decoración muy curiosa que mezcla figuras del Ramakien y garudas (el ser mitológico más típico de Tailandia). En esta terraza también está la biblioteca principal o Phra Mondop, cerrada al público, y junto a ella la maqueta de Angkor Wat (templo camboyano muy famoso). Hay también un Panteón Real que sólo se puede visitar por fuera porque no abre más que un día al año
Otros edificios del complejo, situados en la primera terraza son el Mausoleo Real o Ho Phra Nak, que alberga las cenizas de miembros secundarios de la familia real; la biblioteca auxiliar, con unas puertas con taracea dignas de ver; y el Wihan Yot, un edificio con una planta muy similar a la de una iglesia cristiana que guarda en su interior una imagen de Buda rescatada de los restos de la antigua capital, Ayuthaya.
== El Bot del Buda Esmeralda ==
Pero lo más destacado del conjunto, situado en la terraza inferior, es sin duda el Bot del Buda Esmeralda, el gran edificio que acoge a la pequeña figura verde de Buda. Es una estupenda muestra del arte tailandés, con un pórtico flanqueado por pilares, una estructura rectangular con tejados superpuestos y acabados en los típicos remates apuntados, decoración profusa con marquetería de nácar, bronce, cristal, oro, figuras de garudas alrededor de todo el edificio, etc.
Se accede por el frente a través de dos puertas laterales, una de entrada y otra de salida. Hay que hacer cola para acceder ya que el lugar está plagado de turistas y de devotos tailandeses. En este templo no tuvimos que descalzarnos ni hacer ofrendas de loto e incienso ya que la afluencia de gente es tan grande que se ralentizaría mucho la entrada. Las ofrendas se hacen, por tanto, en los altares y las imágenes de Buda que hay alrededor de los edificios, junto a la galería Ramakien.
En el interior del Bot sólo podemos permanecer unos segundos, mientras la marea humana nos arrastra hacia la salida. Los más devotos no dan la espalda a la imagen del Buda Esmeralda pero el resto salimos mirando hacia la puerta, más que nada para no sufrir ningún accidente ni ser atropellados.
La imagen del Buda Esmeralda es muy pequeña, de unos 65 centímetros de altura, y se encuentra en lo alto de un enorme altar de más de 10 metros. Lo más curioso de la imagen es que, a pesar de su nombre, no está realizada en esmeralda sino en un bloque único de jade y se cree que fue tallado en el siglo XV. Otra curiosidad es que, al igual que muchas imágenes cristianas, se cambian sus vestiduras tres veces al año en una solemne ceremonia que preside el rey. La decoración del interior es muy abigarrada, con dorados y pinturas murales por todas partes, pero no se aprecia muy bien porque está poco iluminado, así que sacar fotos está complicado... entre la cantidad de gente y la poca luz es toda una odisea.
== Datos prácticos ==
Nosotros llegamos al complejo en una pequeña furgoneta junto con la guía y otra pareja, ya que teníamos concertada la visita con la agencia. De todos modos, si vais por vuestra cuenta es muy fácil llegar al complejo, en taxi, en tuc tuc, incluso en barco y en autobús, ya que es una zona muy bien comunicada debido a su importancia. Quizás la mejor manera de llegar sea el Sky Train, hasta la estación Taksin, y luego coger un barco por el río Phraya, hasta Tha Chang Wang Luang Pier, que queda justo al lado del complejo.
Abre todos los días del año desde las ocho y media de la mañana hasta las tres y media de la tarde, salvo los días en que hay ceremonias reales. Hay unas normas de vestuario bastante estrictas, así que es mejor llevar pantalón largo, camiseta con mangas (aunque sea corta) y zapatos cerrados para evitar problemas.
La entrada es algo más cara que en otros templos de Bangkok, unos 250 baths, al cambio unos 5 euros, pero merece la pena pagarlos porque nos dan acceso a todo el complejo del templo y del Palacio Real, cuya visita, a poco que nos detengamos, nos llevará casi todo el día. Si no lleváis guía y no queréis contratar a los que se os ofrecerán a las afueras del complejo (no son muy recomendables porque a veces os dirán que está cerrado y os querrán llevar a tiendas o a otros lugares donde reciben comisión) podéis alquilar una audioguía por unos 100 baths (unos 2 euros).
Nosotros no tuvimos problemas con las fotografías, pudimos sacar en todo el complejo.
Como último consejo quizás uno un poco general, llevar agua fresca y un gorro o pañuelo para la cabeza, aunque no haga mucho sol suele haber humedad y mucho calor. Ahh, en las salidas y entradas del complejo hay montones de vendedores muy pesados... no les compréis nada, en general Bangkok es más caro que cualquier otra ciudad del centro o del norte del país y encontraréis lo mismo más al norte a mejor precio y con gente menos cansina.
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