Rebecca - Alfred Hitchcock



Yo quise ser Rebeca. Me fascina el hecho de que una muerta pueda tener tal personalidad que sea capaz de protagonizar una película sin salir ni una sola vez. Quise estar tan viva en las mentes de todos, que sin respirar mi presencia fuera para todos constante... Y luego se me pasó. Pero sigo sintiendo devoción por esta película que es una de mis favoritas de todos los tiempos.

%%% LA HISTORIA %%%

La película comienza con la afamada frase de "Ayer soñé que volvía a Manderley" que sale de los labios de Joan Fontaine, una apocada jovencita que rememora su pasado. A continuación nos vamos a Montecarlo donde un hombre elegante (Laurence Olivier) se asoma peligrosamente a un acantilado. De repente, el silencio se ve quebrado por el grito de una jovencita de unos 20 años y de aspecto tímido. Él le increpa y le dice que no grite. Ella, convencida de que no va a tirarse ladera abajo, se marcha.
La joven trabaja para la señora van Hopper como señorita de compañía. Es una huérfana que ha de trabajar para subsistir y que robará el corazón al caballero del acantilado, el acaudalado y aristocrático Max de Winter. Ambos se enamoran (cuesta entender por qué; ella está claro que de su imagen, puesto que él es bastante estirado y la trata como a una hija, pero él no queda nada claro porque a ella nos la pintan como bastante boba) y frente a todo pronóstico se casan.Después de una romántica luna de miel, van a la mansión de él, Manderley, donde les espera todo el servicio formado. Ahí ella se sentirá completamente desplazada puesto que toma conciencia de que la clase social de él no es la de ella. Se siente como un pez fuera de su pecera y la Señora Danvers, el ama de llaves de la casa, no le pone las cosas precisamente fáciles.
Todo en la casa recuerda a Rebeca, la primera mujer de Max de Winter. Es una presencia silenciosa que se oculta en cada uno de los rincones y que todos se encargan de hacer bien presente. Ella se forma una imagen de Rebeca como una mujer bella, llena de encanto, de clase, de distinción y asume que ella nunca será capaz de igualarla. Nunca estará a la altura.Y hasta aquí puedo leer....

%%% FICHA TÉCNICA %%%


Director: Alfred Hitchcock (1940)
Protagonistas: Joan Fontaine (Segunda Señora de Winter)Laurence Olivier (Max de Winter)Judith Anderson ( Sra. Danvers)Productor:David O. Selznick

%%% EL SALTO A AMÉRICA DE HITCHCOCK %%%

A finales de los años 30 y después de haber alcanzado el éxito con numerosas películas en Inglaterra, Alfred Hitchcock empezó a manifestar sus deseos de cruzar el charco puesto que norteamérica le ofrecía unas posibilidades técnicas mayores. En 1939 firmaría un contrato con David O. Selznick, productor de Lo que el viento se llevó,que fue el gran éxito del año por 50.000 dolares.
Rebeca fue su primera película juntos y la primera de su época americana. Fue una colaboración difícil, porque Hitch era un director con las cosas muy claras y Selznick era un obsesivo del control, de manera que era como dos trenes a punto de chocar. El guión se tuvo que reescribir en innumerables ocasiones, porque Selznick era partidario de hacer una adaptación bastante literal de la novela y Hitch de utilizar lo menos posible de ésta. Leía la obra de Du Maurier, he de decir que me alegro de que al final ganara Hitch, porque es malilla por no decir horrible directamente. El casting también fue complejo. Descartados actores como Leslie Howard (el lacio de Ashley en Lo que el viento se llevó) y Melvyn Douglas, se decidieron por Laurence Olivier, casado con Vivien Leigh. Más problemática fue la elección de la actriz. Ninguna les convencía. Probaron a un montón de actrices, entre ellas Anne Baxter (a la que descartaron por ser demasiado joven) y a Olivia de Havilland, hermana de la elegida Joan Fontaine. Conocida es su rivalidad, aunque nacería años más tarde. Ambas se odiaban a muerte, pese a su diferencia de sólo un año y el aspecto ñoño de ambas. Quien lo iba a decir.
Joan Fontaine tenía 21 años y no había tenido ningún papel importante en el cine. Es más, nadie confiaba en ella, ni siquiera el entonces novio de la actriz Brian Aherne (y acto seguido marido) que llegó a decir que era "joven, bonita, alegre, absolutamente encantadora y sin ninguna madera de actriz, gracias a Dios". Así que sólo le gustaba a Hitchcock. Todo el reparto estaba en su contra, lo que contribuyó a que la imagen que ella da en toda la película de estar muerta de miedo a todas horas era más que real; era exáctamente lo que estaba viviendo. Algo que, huelga decir, a Hitchcock le venía de perillas.

%%% EL PESO DE REBECA %%%

Como he dicho al principio, es lo que más me fascinó de esta película. Rebeca está muerta y se sabe desde el principio y pese a todo es una de las principales protagonistas de la historia. ELLA es la Señora De Winter; de hecho, el personaje de Joan Fontaine ni siquiera tiene nombre. Es la "segunda" señora de Winter, el plato de segunda mesa, la opción de la carta que nadie elige.Rebeca acompaña a su marido en cada uno de sus actos; cada una de las cosas que hace o dice Max está influída por el peso de su primera mujer. La Señora Danvers la adora y no quiere dar cancha en absoluto a la advenediza que se ha casado con el señor. Su primo Favell, enamorado de ella, no quiere olvidarse de Rebeca y amenaza con su recuerdo a Max. En fin. TODOS y cada uno de los personajes tienen algo que decir de ella.
Y con el paso de la película descubriremos que no es precisamente todo bueno... pero tendréis que verla.Hay una referencia constante a ella muy sutil. Es el mar embravecido lo que nos evoca a cada segundo a Rebeca. El mar que mira Max desde el acantilado con el que se abre el prólogo. El mar en el que se hunde el barco. El mar que vigila la casa. La playa donde recala Joan Fontaine. El mar es Rebeca. Impredecible, brava, omnipresente.

%%% MANDERLEY %%%

La casa es un personaje más de la película. Es curioso como Hitchcock consigue convertir en protagonistas a muertos o a cosas. Manderley está viva y como un personaje más evoluciona.
Al principio la casa es hostil ante la presencia de Joan Fontaine. Las estancias están frías, desangeladas, nada acogedoras. El perro la ignora, el servicio no le presta atención más allá de que es la mujer con la que se ha casado el jefe. La casa es todavía de Rebeca, a la que reconoce como ama. Ella es la recién llegada y nadie le pone las cosas fáciles.Es muy significativo como el estado de ánimo de ella, decaído, triste, abrumado, se plasma en los planos de la casa, en la que predominan los largos corredores y las estancias gélidas. Para hacerle todavía más difíciles las cosas, la escalera está adornada de cuadros de los antepasados de Max, para hacerle sentir más aún que ella no pertenece a ese lugar, que ella no tiene la clase suficiente para ser la dueña.
Sin embargo, conforme el tiempo pasa y se va produciendo un cambio en ella, esto cambia. En la biblioteca aparece el fuego y el perro al final será quien la salve incluso. Así que la casa cambia, se hace de ella.

%%% LA SEÑORA DANVERS %%%

Judith Anderson fue nominada al Oscar por esta película, aunque perdió. Este papel condicionaría otros de su filmografía porque bordó de tal manera su actuación que no hacían más que ofrecerle papeles en la misma línea.Mucho se ha hablado sobre la homosexualidad de su personaje. Por más que trataron de maquillarlo (estamos hablando de una época en la que imperaba el Código Hays de censura y los amores lésbicos estaban prohibidísimos), sí que queda bien de relieve que al menos ella estaba locamente enamorada de Rebeca. Portentosa es la escena en la que la señora Danvers (a la que no se ve andar en toda la película; ella aparece, como un fantasma, para asustar a Joan Fontaine) le muestra la habitación de Rebeca. Todo está en su sitio, se ha conservado igual que Ned Flanders mantiene la huella de Maud en su dormitorio en los Simpsons. Nada ha cambiado. Incluso su ropa interior, que ella acaricia lascivamente y de la que le muestra su transparencia a la Fontaine. Ella nunca podrá ser tan sexy. Nunca.
Hay otras muchas referencias al lesbianismo de la Sra. Danvers, pero no me extenderé porque como he dicho antes ¡tenéis que verla!

%%% CURIOSIDADES %%%

- Ganó el Oscar a Mejor Película, aunque no a mejor director. Hitch no ganaría ninguno en toda su carrera.- El tradicional cameo de Hitchcock se produce al final de la película, cuando pasa por delante de la cabina de teléfonos desde donde está llamando Favell, el primo de Rebeca.
- El nombre de la protagonista en el libro era Daphne, como el de la autora, pero fue Selznick quien insistió en que no saliera- Hitchcock, a pesar de que no era precisamente fan de Daphne Du Maurier adaptó dos de sus obras: esta y La Posada Jamaica, su película inmediatamente anterior.
- A las chaquetas de punto se las llama rebecas en España por esta película: es la prenda de vestir favorita de Joan Fontaine en el film.- Joan Fontaine nació en Tokyo. Su enemistad con su hermana nació cuando ambas fueron nominadas al Oscar el mismo año y Olivia perdió. El apellido de Joan era De Havilland; se puso Fontaine por su padrastro.

2 Response to Rebecca - Alfred Hitchcock

18 de agosto de 2008, 0:16

Vengo de ver la película y lo que has escrito en tu blog es lo mejor que encontré sobre ella.
Agradezco todos los detalles, que a pesar de estar muy atento, se me pasaron y pude revivirlos acá. Estuve atento al cameo de Hitch y no lo encontré, no se me escapará la próxima vez. Muy interesante lo que decís de Manderley...
Gracias

Si tenés un tiempito, te invito a mirar un poco en ww.lapulpera.blogspot.com , que es trata temas varios. Aclaro que desde la Rep. Argentina, ya que si no te sonará peor nuestra lengua "común".

Gracias de nuevo
Fernando

7 de marzo de 2009, 18:53

Fantástica crítica.