Esta es una de esas películas para ver en el cine, o al menos a mi me lo ha parecido. Si, me ha gustado, y mucho. No es un peliculón pero cuenta una historia interesante y, lo más importante, la cuenta bien.
No tiene un argumento arrollador, de esos que te mantienen en vilo, por ello, a lo largo de esta opinión, quizás la destripe un poco, pero no os preocupéis, casi todo lo que sucede es fácilmente previsible y no es la gracia de la película, la gracia está en una historia bien contada y en situaciones y pensamientos de una adolescente con un embarazo no deseado.
Debo reconocer que estaba un poco condicionada antes de ver la película, llevaba días deseando sentarme en el sofá, un rato, tranquila, sin marido y sin niño, relajada, para poder disfrutar de lo que ya me habían anticipado algunas de las opiniones que he leído sobre Juno. Hay un poco de todo y también había leído alguna otra que no la ponía tan bien, pero me fiaba más, por afinidad y gustos, de las que hablaban bien de ella.
Y esto no siempre es bueno, a veces nos creamos expectativas que luego no se cumplen para nada, como me pasó por ejemplo con El orfanato, tanta publicidad y tan buenas críticas y me resultó bastante simplona y una burda mezcla de varias buenas películas anteriores. Pero sigamos con Juno, que es de lo que toca hablar ahora. Con Juno no me ha pasado esto, sino todo lo contrario, que ha superado mis expectativas.
No sé si soy quién para juzgar si merece esas cuatro nominaciones a los Oscars, la verdad es que he visto muy pocas, o casi ninguna, de las demás películas nominadas, así que mejor no opino. Quizás por lo visto en años anteriores me parezca un poco excesiva la nominación como mejor película, aunque las de guión y actriz no irían tan desencaminadas.
Ficha técnica
De labutaca.net
Dirección: Jason Reitman.
País: USA.
Año: 2007.
Duración: 91 min.
Género: Comedia dramática.
Interpretación: Ellen Page (Juno), Michael Cera (Bleeker), Jennifer Garner (Vanessa Loring), Jason Bateman (Mark Loring), Allison Janney (Bren), J.K. Simmons (Mac), Olivia Thirlby (Leah), Eileen Pedde (Gerta Rauss), Rainn Wilson (Rollo), Daniel Clark (Steve Rendazo), Aman Johal (Vijay).
Guión: Diablo Cody.
Producción: Lianne Halfon, John Malkovich, Mason Novick y Russell Smith.
Música: Mateo Messina.
Fotografía: Eric Steelberg.
Montaje: Dana E. Glauberman.
Diseño de producción: Steve Saklad.
Vestuario: Monique Prudhomme.
Estreno en USA: 5 Diciembre 2007.
Estreno en España: 1 Febrero 2008.
Argumento
Seguro que sabéis de sobra de qué va, pero por si acaso me lee algún despistado y por no dejar un tanto incompleta la opinión, ahí va mi pequeño resumen: Juno, una adolescente de 16, se queda embarazada tras mantener relaciones con Bleeker. Juno es una chica un tanto diferente, un poco descuidada en su aspecto pero inteligente y mordaz, con una mente fresca, mezcla de niña con un poco de mujer, muy irónica y con un punto de sarcasmo. Hasta aquí todo normal, salvo porque a los pocos meses de esa relación se entera de que está embarazada. Aunque su primera intención es abortar no consigue hacerlo y decide tener al niño y entregárselo a una pareja, supuestamente perfecta. En la película se irá narrando el embarazo de Juno a lo largo de las estaciones hasta el previsible final, porque, como ya he dicho, no es importante lo que sucede sino cómo sucede y de qué manera van notándose los meses de embarazo en el cuerpo y en la mente de Juno y quienes la rodean.
Lo que me ha gustado, que ha sido mucho
Me ha gustado mucho la frescura de la película, la serenidad y la tranquilidad con la que se afronta la situación del embarazo no deseado en una adolescente, el no convertirlo en un drama. Esto tiene un contrapunto negativo que comentaré después.
Me ha llamado mucho la atención en Juno esa mezcla de niña y mujer, la niña que se compra un regaliz enorme y simula ahorcarse con él, que tiene una habitación totalmente infantil, con ese teléfono hamburguesa tan hortera, que se comporta con tanta desfachatez ante la abogada de la pareja adoptante, etc. Y sin embargo es casi una mujer, ha concebido un hijo, su mente empieza a cambiar el chip, a pensar en lo mejor para ese “bicho” y para ella misma, asume su responsabilidad y se toma la entrega del niño en adopción como algo muy serio que debe hacer bien.
Hay ciertas escenas y ciertos planos que me parecen perfectos, hablan por sí mismos y no necesitan de más explicación. Ejemplo: Juno contracorriente de sus compañeros de clase en el pasillo del Instituto, no hace falta decir más, con ese plano lo vemos todo, todo lo que está ocurriendo en la vida de Juno queda explicado. Otras escenas que me gustaron fueron la sucesión de planos rápidos de las casas de la zona donde vive la pareja perfecta, Vanessa y Mark, muy simbólica del tipo de pareja ampulosa, de clase media-alta, aburrida y previsible en la que se han convertido, o que siempre han sido. Me parece también muy simbólico otro plano en el que Juno ha aparcado su coche a un lado de la carretera, sumergida en un mar de dudas y sin saber muy bien qué decisión tomar; mientras, por la izquierda, un tren que puede ser el de su vida o el de su embarazo, sigue su camino sin detenerse.
La conexión entre Juno y Mark es uno de los puntos clave de la película. A pesar de que él no me ha parecido ni la mitad de bueno en su actuación que Juno, los ratos en los que comparten sus gustos y aficiones son idílicos, muy logrados y muy convincentes, un contrapunto muy fuerte a la actitud de Vanessa, tan controladora, tan frustrada por no ser madre y cada vez más alejada de su marido.
La madrastra de Juno es una tipa rara, a primera vista parece que se ha tragado el palo de una escoba y que es una repelente (y un poco sí que lo es) pero en muchas partes de la película demuestra ser muy enrollada y estar dispuesta a ayudar y defender a Juno en todo, saliéndose un poco del típico encasillamiento de las madrastras. Aunque también tiene un punto negativo.
La esposa perfecta, Vanessa, a pesar de tener una cara un tanto fea por lo delgada que está, sí que me ha transmitido emociones y por ejemplo, la escena en la que le habla al “bicho” en la tripa, me emocionó bastante porque demuestra que, a pesar de no ser ella la embarazada, siente una emoción tan intensa como sentimos las madres cuando llevamos a nuestros pequeños, tan deseados, en el vientre, esa sensación y esa realidad de que ya desde el interior nos escuchan y responden a nuestros estímulos.
Una de las cosas que más me ha gustado y que está presente en toda la película es la facilidad de Juno para hacerte reír con sus comentarios en las situaciones más difíciles, más duras y que posiblemente no nos llevarían a la sonrisa en una situación normal. Juno las transforma con su peculiar forma de ver las cosas, con su sarcasmo, sus comentarios y su chispa. Todo el dramatismo que podría conllevar un embarazo adolescente lo transforma Juno con sus diálogos y su actuación (voy a dar un gallifante también al director y al guionista que los pobres algo tendrán que ver en todo ello) en una situación más de su vida, una historia más de su adolescencia llevada desde el punto de vista más amable que es posible.
La banda sonora también es un punto favorable, acompaña y narra, y en momentos como los que comparten Juno y Mark, tiene mucho significado.
Lo que no me ha gustado, que ha sido muy poco
Dentro de esa serenidad y tranquilidad que comentaba en los puntos positivos había uno negativo y es que entre Juno y su amiga lo tratan como algo más o menos normal, por lo que han pasado otras amigas... como si tener relaciones sin ningún tipo de protección en la adolescencia fuera un juego.
El chico, Bleeker, es más soso y más plano que una patata y además bastante feúcho. No es que Juno sea una belleza, que tampoco tienen porqué serlo los actores ni actrices por obligación, pero es graciosa, tiene algo que te atrae, mientras que el chico deja totalmente indiferente, es como un accesorio más que podían haber puesto a Juno, un bolsito o un cinturón. Es necesario que haya un chico, desde luego, no se iba a embarazar del aire, pero es que es soso hasta decir basta.
La madrastra, que en muchas situaciones es muy enrollada, se muestra en una escena bastante borde y echándole en cara cosas muy tontas, desde mi punto de vista sin motivo, y ahí la verdad es que pierde muchos puntos y se transforma en la estereotipada madrastra de Cenicienta.
Mark y Vanessa está claro que no son el matrimonio perfecto que parecen, de eso nos damos cuenta pronto. Parece que la culpable es Vanessa por su afán de control y de llevar la vida perfecta, pero al final a mi me parece que Mark es bastante capullo y un poco inmaduro (quizás lo veo desde la perspectiva de una madre solidarizada con otra que quiere serlo con todas sus fuerzas) y no me acaba de convencer. Está claro que esa parte final da un poco más de vidilla a la película y hace que Juno tenga dudas y demás, pero a mi no me gustó.
¡¡¡¡Juno NO USA EL CINTURÓN DE SEGURIDAD!!!! Vale, lo sé, es una película y puede parecer un detalle sin importancia, pero es que me ha llegado al alma verla tantas veces montada en el coche sin cinturón, y no me vale la excusa de la tripa porque al principio sin tener tripa aún tampoco lo lleva.
La escena final, la de la canción, es un tanto cansina, más melosa de la cuenta... hubiera pasado perfectamente sin ella.
Acabando...
Me ha gustado, sí, y mucho. Los detalles negativos son pocos y no estropean el conjunto de la película, una comedia ácida que desdramatiza el embarazo adolescente y que, como curiosidad, seguro que tiene alguna pequeña subvención por parte de la marca nórdica de cochecitos Bugaboo, seguro que las mamis os habéis fijado. La he visto en casa por circunstancias... pero es de esas que merece la pena pagar y verlas en el cine.
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