Contador de visitas
Con niños en casa es más difícil escaparse al cine. Al final, acabas viendo casi todo en vídeo, si quieres seguir manteniendo tu cinefilia. Pero de cuando en cuando hacemos alguna excepción. Unas veces es mi marido quien se escapa, otras yo, y (las menos) ambos simultáneamente. Tienen que ser cosas que merezcan la pena, ya que son ocasiones especiales. Bastantes personas cuyo criterio respeto me recomendaron encarecidamente que no dejara escapar la oportunidad y que me fuera, sí o sí, a ver Mamma Mía, que me iba a encantar.
Y me ha encantado.
Traté de zafarme aludiendo a los escrúpulos, que no podía dejar a la niña OTRA VEZ, que este verano había abusado de mis padres últimamente y no era plan. Que la vería en dvd.
Me han contado los días que he tardado en desdecirme y han sido trece.
== Me conocen como si me hubieran parido ==
¡Qué puedo decir! Soy una persona a la que le apasionan comedias, las historias románticas y le gustan los musicales. Soy CARNE DE CAÑÓN para este tipo de películas, sean buenas o malas. Pero esta vez coincide con que creo que no es una peliculita más.
La sensación que te queda cuando sales del cine es de subidón total. Yo todavía estoy en medio de la euforia, con el “chute” todavía vivo. No sé si es la mejor manera de analizar en profundidad una película, porque con seguridad voy a ser parcial y menos analítica que si la dejara reposar un poco. Pero me da igual. Creo que después de todo eso es lo que importa, la sensación con la que te quedas cuando sales de la sala del cine. Eso es lo irracional, lo que te dicen las tripas. Lo posterior es puramente cerebral.
Yo he salido del cine como en una nube. Porque no es del todo habitual llorar y reír a partes iguales, emocionarte, cantar y bailar todo en uno.
== El qué cuenta la película ==
Sophie (Amanda Seyfried) tiene 20 años y se va a casar al día siguiente con su novio Sky. Vive con su madre Donna (Meryl Streep) en una isla griega y lleva toda la vida preguntándose quién será su padre. Antes de la boda da con el diario que llevaba su madre en el tiempo en el que la concibió. Allí descubre que tiene tres posibles padres: Sam (Pierce Brosnan), Bill (Stellan Skarsgaard) y Harry (Colin Firth). Y no tiene otra ocurrencia que invitarlos a su boda, para revelar de una vez por todas la incógnita que lleva toda su vida acechándola.
== Cantando y bailando ==
Por suerte o por desgracia no tengo referencias del musical porque no lo he visto. Tampoco me pena, sinceramente, o al menos no me muero de ganas de verlo con las canciones en castellano. A Abba estoy acostumbrada a oírlo en inglés y eso de oírlo en otro idioma me resultaría raro, raro. Me pasa cuando oigo las canciones de Grease en español, que me chirrían por todos los lados. Además, ¡si ya el mismo grupo original sonaba extrañísimo en nuestro idioma! Las versiones de Chiquitita y Fernando en castellano son … peculiares. Eso por ser fina.
Así que para mí no hay más Mamma mía que la película. Y con ese bagaje y no con otro es con el que cuento.
Que es un musical lo sabemos todos. No voy a descubrir América a nadie. Y como en todos los musicales, de repente los que lo protagonizan, de repente se ponen a cantar y bailar como si estuvieran poseídos. Las diferencias respecto a otros es que todas las canciones que se interpretan son grandes éxitos de Abba.
A ver la película he ido con mi madre, que no es especialmente fan de los musicales y a ella también le ha gustado mucho. Creo que son varios los motivos por los que ha salido contenta del cine. Para empezar el hecho de que las canciones sean grandes éxitos, reconocibles por todos, ayuda a las personas que no disfrutan con los musicales a aceptar con más facilidad el hecho de que canten. Y que lo hagan mucho. Todo lo que cantan es conocido y eso hace que seamos menos reacios a aceptar esa premisa del musical. Al fin y al cabo son canciones que hemos oído una y otra vez en la radio.
Por otro lado, también es cierto que su inclusión es menos forzada que en otros musicales donde a veces tienes la sensación de que se ponen a cantar sin venir a cuento. Las letras de las canciones vienen tan al pelo que parece que hayan sido escritas ex profeso para el musical. Yo no sé las veces que habré oído las canciones de Abba… pero nunca las había ESCUCHADO. Y cuando lo haces en el contexto de un musical, en el que cada una de ellas tiene un escenario y una motivación, lo cierto es que ganan mucho. Hasta dejan de ser tan horteras como me parecían.
Ojo, no es que reniegue del horterismo. Yo reivindico el derecho a ser hortera y a disfrutar con las cosas chuscas. Hace tiempo coleccionaba canciones absurdas y me lo pasaba bomba poniéndolas en las fiestas con mis amigos. Abba está pasadísimo de moda y sus looks dan mucha risa, pero es eso mismo lo que hace que tenga todavía su encanto. Eso, y que si desnudas las canciones de todo lo accesorio, realmente son mucho mejores de lo que parecen. O al menos, para ser más exactos, están más vigentes de lo que aparentan.
El caso es que la encadenación de las canciones con la trama está bien hecha. A veces comienzan recitando las canciones como si se trataran líneas de diálogo. Otras veces aprovechan una fiesta, o simplemente tararean. Es algo muy fluído. Y todo esto no sería nada si las canciones no vinieran tan al pelo. Lo que más me ha gustado es que están tan bien elegidas que te parece ¡hasta normal! que de repente se pongan a cantar y bailar. Lógicamente, al final lo que comienza de una manera light, muchas veces acaba degenerando en un número de baile y canto al uso, histriónico y exagerado. Pero es un musical, y es lo que se espera.
Otra cosa que resulta llamativa es que no cantan especialmente bien. Los hay como Amanda Seyfried o Christine Baranski que cantan muy bien, quien se defiende como Meryl Streep y quien perpetra las canciones como Pierce Brosnan. “Mi” Pierce, que es humano ¡no se puede tener todo en esta vida!. El caso es que sorprendentemente no pasa nada porque cada uno cante como pueda y sepa. No es un musical al uso, con canciones para el lucimiento de los actores. No se trata de que las canciones luzcan, sino que se pongan al servicio de la trama. Y para esto, da igual que estén bien o mal interpretadas, en lo que a calidad vocal se refiere.
Además, es una comedia. Y precisamente el que canten medio mal (no es tanto como para que os duelan los oídos tampoco) hace que la cosa sea más informal, más desenfadada y que resulte mucho más divertida. Probablemente no tendría la más mínima gracia si cantaran estupendamente. La escena en la que Meryl Streep canta mamma mía concentra su atención en sus caras, en sus gestos, en la sorpresa y la situación, no en lo bien o mal que canta.
== Un sitio para la ternura ==
Todo conduce a ello. El paisaje idílico, los personajes, las situaciones… lo cierto es que comienzas a ver Mamma mia y todo te predispone para acogerla.
Desde el primer momento Sophie, Amanda Seyfried, te cautiva. Había visto fotos de ella y al leer las opiniones sobre lo adorable que resultaba no lo terminaba de entender. Pero ¡Acabáramos! Es que no tiene nada que ver en pantalla. Si en fotos me parecía monilla sin más, desprende tal encanto en la película que te enamoras de ella desde el minuto cero. No tiene nada que ver con lo guapa o fea que sea, es más bien una cuestión de carisma concentrada en un cuerpo más bien tirando a pequeño.
La trama gira en torno a tres tríos, los de Sophie y sus dos amigas íntimas, los de Donna y las suyas y los tres pretendientes que acaban haciendo muy buenas migas.
En cierto modo, la relación de Sophie con sus amigas es como la de su madre con las suyas pero veinte años antes. Están llenas de vitalidad, con infinitas ganas de hacer cosas. La amistad de Donna con sus amigas es mucho más madura… se conocen y se quieren de siempre y a pesar de que la vida les ha llevado por caminos bastante distintos, en el momento en que se reúnen parece que vuelvan a ser jóvenes. A mí me ha encantado la relación de las tres, que viene ayudada por las fantásticas interpretaciones de Julie Walters y Christine Baranski en el papel de Rosie y Tania respectivamente. Tienen absoluta confianza como para lanzarse puyas sin parar, reírse de sí mismas y estar en los momentos en los que tienen que estar. No han perdido un ápice de ternura con los años, ni tampoco de ganas de pasárselo bien. Verlas cantando las canciones de Abba como hacían cuando eran jóvenes es genial. Y no lo es menos observar la cara de Sophie viendo a las cincuentonas pasándoselo bien. Está encantada de la vida de que su madre se relaje y disfrute. Esa mirada es muy especial porque dice muchas cosas sin decirlo: orgullo y al mismo tiempo se parte de risa.
Y qué decir de los “tres eran tres”… Sophie cuando los invita está convencida de que cuando los vea SABRÁ quién es su padre. Pero no es así. Y los tres hombres resultan ser muy especiales cada uno en su estilo y conectan con ella en todo momento. Vamos, que a mitad de película te corroen las ganas de saber quién es y al mismo tiempo no quieres saberlo, porque cualquiera de ellos sería estupendo. Los tres la llenan y la harían feliz, comprendiéndola en facetas determinadas de su personalidad. Sam (Pierce) es el más paternal, el más comprometido. Él tiene una familia y es el más centrado de los tres. Bill (Stellan) es el aventurero, el que le estimularía más el espíritu para que hiciera cosas y se lanzara. Y Harry es el más sensible, no ha tenido hijos y que Sophie fuera su hija le haría increíblemente feliz.
¡Qué difícil disyuntiva! ¿cómo apartar de su vida al que no sea el padre si apenas en un día ha aprendido a querer a los tres? Y para ellos ¡qué horror tener que quedarse al margen de la vida de Sophie!
La película tiene momentos de todo. Los hay en los que te mueres de la risa y otros sin embargo muy tiernos. El paisaje ayuda, sin duda… una isla paradisíaca en medio del Egeo. Supongo que después de lanzar la película se les va a llenar de bodas intentando captar la esencia. Para mí el momento más bonito y que me tocó la fibra es uno que pasan Donna y Sophie hacia el final (por eso no aclararé “qué” es). Esa sintonía madre hija, el cómo Donna ve que su pequeña ya no es tan pequeña y que tiene su vida… yo lloré como una idiota porque me hizo pensar en lo rápido que crecen los niños. Pensé en mi hija… y claro, como una magdalena.
== Acabando que es gerundio ==
Mamma mía es de esas películas que te quedan en la retina durante mucho tiempo. Me apasionó, sin ninguna duda. ¡Y cómo no recomendarla! Me encantaría poder comentarla con detalle, hablar de todas esas pequeñas cosas que la hacen grande. El problema es que esto está escrito sin saber si la habéis visto o no, y no me gusta desvelar cosas. Es mucho mejor ir abierta de mente y disfrutar de la experiencia.
== Ficha técnica (de labutaca.net) ==
Dirección: Phyllida Lloyd.
Año: 2008.
Duración: 108 min.
Género: Comedia romántica, musical.
Interpretación: Meryl Streep (Donna), Pierce Brosnan (Sam), Colin Firth (Harry), Stellan Skarsgård (Bill), Julie Walters (Rosie), Dominic Cooper (Sky), Amanda Seyfried (Sophie), Christine Baranski (Tanya).
Música: Benny Andersson y Björn Ulvaeus; basada en las canciones de ABBA.
Estreno en España: 13 Agosto 2008.
¡Oh! ¡Cómo he disfrutado de este libro! Bangles pensó en mí cuando lo vio y me lo hizo llegar ¡Y no sabéis lo agradecida que estoy!
La historia siempre me ha gustado mucho. Era una de mis asignaturas favoritas en el colegio y a raíz de las clases me dio por empezar a leer novelas históricas y libros que trataran sobre cuestiones adyacentes. Me gustaban tanto que incluso estudié la carrera de Historia en la universidad. Creo que fueron mis lecturas las culpables de que me decidiera por ella y no por otra, porque tenía claro que quería algo de letras, pero no tenía muy claro qué. Así que llevo muchos años leyendo cosas del género.
Sin embargo, hace ya un par de años o así tuve un pequeño parón y lo dejé un poco de lado. Saturación, tal vez. No terminaba de encontrar cosas realmente interesantes y había leído tanto que me resultaban todos los libros más de lo mismo. Además, a todo el mundo le dio por escribir sobre los templarios y ya estaba un poco harta. Que más que novela histórica parecía monotema… Pero mi gusto por las lecturas pseudohistóricas siempre ha estado ahí.
Lo más importante a la hora de enfrentarse a una novela histórica es tener claro que no es un estudio sino una NOVELA. Es decir, que el autor es más que probable que se tome alguna que otra licencia y que las cosas no tienen porqué haber sido exactamente como las cuentan. Las buenas novelas históricas tienen una gran parte de investigación detrás para que el contexto esté bien dibujado y las cosas que cuenten estén lo más cercanas a la realidad posible. Pero su finalidad no es convertirse en manuales de historia sino utilizarla como pretexto para contarnos algo. Hay novelas que simplemente están ambientadas en otras épocas y que necesitan una ambientación y otras que por el contrario tratan de dar una visión accesible al gran público de acontecimientos muy relevantes novelando cosas que son por todos conocidos, o intentando humanizar a personajes importantes contando una parahistoria. Toti Martínez de Lezea, que es una de las pocas autoras que frecuenta el género que he seguido leyendo asiduamente, en sus novelas suele acercarnos a épocas pasadas (sobre todo la edad Media) por medio de personajes inventados. Suele ser más importante el modo de vida en aquel momento, las costumbres y la etnografía que realmente los acontecimientos que narra. Se refleja la historia sobradamente conocida por los libros de texto, pero tiene mucho más peso la que no.
Esta no es una novela de ese estilo. Por el contrario, la Principessa se centra en dos personas reales, los artistas Bernini y Borromini y abunda en su obra y en su relación personal. En este sentido, no se trata de una novela ambientada en otra época. Es un libro en el que la mayoría de las cosas son reales aunque el autor trata de ofrecer un punto de vista más humano al que estamos acostumbrados.
== Realidad o ficción ==
Creo que es importante tener muchas reservas en cuanto a la novela histórica… me parece que la gente se equivoca cuando las toma como “palabra de dios” y cree que lo que está escrito es lo que pasó, sin preguntarse más cosas. Para mí, al menos, las novelas históricas están bien porque te plantean interrogantes.
Cuando leí el denostado Código Da Vinci, o incluso, hace mucho tiempo, la saga de JJ Benítez Caballo de Troya nunca pensé que sus tesis hubieran de ser aceptadas porque sí. Pero sí que me sirvieron para investigar y mirar más cosas sobre lo que plantean de fondo. Es por esto que en general, suelo tener muchas reservas sobre lo que se cuenta en este tipo de libros. Me gusta que me inciten a querer saber más. Y es rara la vez que cuando el tema me ha interesado de veras no me lance a los libros o a internet (ahora que se puede) a intentar responder a ciertas preguntas que me hago. Así que para mí las novelas históricas me sirven para plantearme cosas y no son más que un punto de partida.
Pero tienen la ventaja de que la curiosidad nace de manera poco forzada. Probablemente nunca se me hubiese ocurrido investigar sobre Bernini y Borromini pero cuando aprendes disfrutando el deseo de saber surge de una manera mucho menos forzada. Vas a los libros porque quieres, no porque debas.
La historia que aquí nos cuenta es inventada. Al final del libro el autor hace una cronología con lo que sucedió y está documentado y afirma que el personaje de Clarissa, la Principessa es totalmente fruto de su imaginación. Me ha gustado mucho que haga esto, porque os juro que necesitaba separar grano de paja y fijar los límites. También cuenta que para el desarrollo de la novela tuvo que alterar el orden de algunas de las cosas que sucedieron, aunque no es excesivo.
En realidad, casi todas las cosas de peso que suceden son reales, y lo único que ha hecho ha sido proporcionarles una ligazón. Es como si hubiese cogido las fotografías de personajes planos a los que conocemos únicamente por sus obras y les hubiese insuflado vida. A mí me ha encantado la experiencia.
== La principessa ==
Ese es el título del libro y es curioso que haya elegido lo más falso de todo él para nombrarlo. Porque la inventada figura de Clarissa es únicamente la argamasa que une la historia que verdaderamente importa, la de dos de los artistas del barroco italiano más relevantes, Bernini y Borromini. Ella no deja de ser un pretexto. Con mucho peso en la trama, pero no es ella quien realmente va a interesar al lector y a lanzarlo a saber más cosas.
La Principessa es una inglesa que recalará en la casa de su prima Olimpia Pamphili, un personaje real, de una influyente familia romana. De jovencita conocerá a ambos artistas… Bernini está empezando a ser conocido y en el momento en que se conocen está empezando a construir el famoso baldaquino de la catedral de San Pedro del Vaticano. Lorenzo Bernini es un artista integral, a la manera de Miguel Ángel: pinta, esculpe y es arquitecto.
Por el contrario Borromini, cuyo nombre real es Francesco Castelli, es uno de los ayudantes del arquitecto Maderno, por entonces muy anciano. Su padre fue cantero y él no ha estudiado arquitectura. Sin embargo lleva toda su vida en las obras y pese a que carece de título, es un consumado calculista y una persona cuyo amor por la arquitectura está fuera de toda duda.
Son dos hombres con dos caracteres muy diferentes. Lorenzo es bastante egocéntrico y tiene mucho don de gentes y por el contrario Francesco es un tipo bastante austero y huraño. Se conocen, y los dos admiran el trabajo del otro. Lorenzo tiene ideas geniales, pero no sabe llevarlas a la práctica y en cambio Francesco da siempre con las soluciones. Son dos caras de la misma moneda. Y están condenados a chocar, porque el carácter de ambos les impide reconocer al mundo la genialidad del otro.
La novela narra su historia personal, las obras que llevaron a cabo y hace un retrato en sepia de la ciudad de Roma. En este caso el autor decide que una de las causas de su enemistad es el amor mutuo por una mujer, la Principessa, que ha nacido de su imaginación, pero deja entrever muchas otras. Así que lo novelesco del amor queda difuminado por el resto de cosas que nos va contando.
A mí me ha fascinado sumergirme en la Roma barroca, una época que tenía bastante olvidada. Había estudiado en los libros de texto a ambos autores, pero me había limitado a analizar sus obras. Leer la novela me ha dado la oportunidad de dotar de vida a todos esos edificios y esculturas que conocía, pero que tenía escondidas en un lugar ignoto de mi memoria.
Una de las cosas más interesantes es la visión sobre el papado como mecenas del arte y las luchas intestinas por el poder de las distintas familias italianas. La familia Pamphili existió de verdad, y consiguió hacer Papa a Inocencio, el cuñado de Olimpia. El poder que ella tenía fue real por lo que he podido leer posteriormente. Me han interesado mucho las intrigas y los aspectos menos divinos de la iglesia.
Y por supuesto Roma… esa ciudad llena de iglesias magníficas, salpicadas de obras de arte. Una de las cosas que más interés me ha suscitado es entender de verdad lo que de innovadores tuvieron Bernini y Borromini y cómo era eso aceptado por sus contemporáneos. Huelga decir que me he lanzado en plancha a buscar las imágenes sobre las iglesias y edificios que nombran puesto que las tenía olvidadísimas.
== En suma… ==
He disfrutado horrores con esta novela. Me ha sugerido tantas cosas en las que pensar… creo que es el principal punto fuerte de la novela, las ganas que te inspira para seguir mirando cosas y aprender más.
No sé cómo de interesante le resultará a alguien que no sea amante de la historia o del arte. A mí, sinceramente siempre me ha interesado más la historia de los hombres y los porqués de lo que hicieron que las obras en sí. No soy una amante del arte en abstracto. Me gusta ver cosas, pero lo disfruto infinitamente más si conozco el trasfondo que lo originó. Creo que esta novela le gustará mucho a quienes sean como yo. A los que no les guste nada el arte o la historia les parecerá un peñazo y casi con seguridad a los eruditos sobre el tema les parecerá demasiado peliculera. Yo soy un término medio, para entendernos.
La historia de Clarissa es interesante, pero está siempre supeditada a la de los dos genios. Me ha gustado muchísimo conocer la historia de su rivalidad y los tiras y aflojas de la gente de su alrededor.
A mí, personalmente, la historia me ha atrapado. Acabé de leerla a las 5 de la mañana después de volver de una boda, para que os hagáis a la idea de las ganas que tenía de progresar y saber más. En la opinión anterior dice que tiene altibajos y que el ritmo decrece. A mí no me lo ha parecido, pero tal vez sea porque estaba tan entusiasmada que perdí el norte. Puede ser. Creo que tal vez sí que sea cierto en lo relativo a la historia de Clarissa pero quizás sea porque está sometida al corsé de los acontecimientos reales.
En todo caso, por mi parte, recomendadísima. He disfrutado como una enana con la lectura y no he podido despegarme de internet visitando una página tras otra para saber más cosas sobre el periodo.
== Ficha técnica ==
Título: La principessa
Título original: Die principessa
Autor: Peter Range
Editorial: Planeta
Fecha de publicación original: 2002
Fecha de publicación de la edición: 2008
Número de páginas: 476
Edición: tapa dura
No me acuerdo quién fue el o la que me despertó las ganas de leer a David Lodge, pero fue alguien de Ciao. Me pareció tan interesante la pinta que tenía (si mal no recuerdo, lo nombraba de pasada) que inmediatamente lo encargué. Es lo que tienen este tipo de autores… lamentablemente en las librerías más pequeñas no siempre están para llegar y coger. Gracias al verano, tardó cerca de mes y medio en llegar y cuando lo hizo, me moría de ganas de leerlo.
Está publicado por una de mis editoriales favoritas, Anagrama. Adoro esta editorial porque tiene cosas interesantísimas. No son casi nunca bestsellers para el común de los mortales, pero sí que en general son libros de autores muy apreciados por un grupo muy amplio de amantes de la lectura. Un pelín (o una melena entera) culturetas. Pero me encanta. No veréis publicados en Anagrama ninguno de mis libros de chick lit. En general Anagrama suele aceptarse como sinónimo de calidad.
Lamento decir que hasta ese comentario que leí en Ciao sobre Lodge, jamás había oído hablar de él. Al parecer es un autor bastante conocido (me fustigaré) y que plasma sus novelas de un ácido humor británico. Todo él es muy “british”. Debido a mi desconocimiento, elegí esta novela como podía haber elegido cualquier otra. Quería una suya, para acercarme a él, pero me daba un poco igual una que otra. Si me decidí por Intercambios fue porque me pareció bastante interesante la contraportada.
Lo que decía (extraído de la web de Anagrama) era “Morris Zapp, profesor norteamericano de la universidad californiana de Euphonia, es requerido por la universidad británica de Rummidge, por un período de seis meses. Philip Swallow, profesor de esta última, se trasladará a California para cubrir la plaza de su colega. Un intercambio académico que es también un intercambio, más bien una sucesión de malentendidos, cultural y hasta un intercambio de parejas. Desternillante sátira sobre el choque cultural entre dos mundos.”
Me pareció lo suficientemente llamativo como para decantarme por él. Luego ha resultado que es una de sus novelas más conocidas ¡lo que hay que ver!
Mis impresiones sobre Lodge son bastante complicadas. No puedo decir que me haya gustado el libro, pero también mentiría si dijera que me ha horripilado o que es un mal libro. Creo que ha sido más cosa de falta de feeling mutua que de falta de calidad literaria. O que esperaba otra cosa. Es bastante complejo.
Realmente la historia sobre la que escribe Lodge me parece interesante. Morris Zapp es un tipo aburridísimo, americano hasta la médula y especialista en Jane Austen. Nos lo vende como un triunfador, como alguien brillante, pero que en lo personal resulta poco interesante hasta más no poder. Quizás por su egocentrismo, quizás porque estoy convencida de que una conversación con él tendría que estar plagada de “yo” “yo” “yo”. Swallow, por el contrario, es un profesor gris. Un tipo aburrido, pero en otro sentido. Desde luego, no por su éxito, sino más bien porque es un tipo anodino y apocado. Zapp odia Inglaterra, pese a su especialización en Austen, y Zapp acaba en Estados Unidos porque se lo quieren quitar de en medio para ascender a otro.
Resulta interesante ver a estos dos tipos tan fuera de su ambiente, como si fueran peces a los que han sacado del agua. Los dos se sienten totalmente fuera de lugar cuando van a la otra universidad y no pueden menos que sorprenderse por las peculiaridades que descubren. Me ha gustado mucho y me ha divertido ver como se plasma el ambiente universitario en ambos lugares. Lodge, profesor universitario, parece conocerlo bien y hace múltiples chanzas sobre ambos modelos de enseñanza superior. El caso es que sacar a estos dos hombres de su rutina hace que la experiencia, inexplicablemente, sea terriblemente liberadora para ambos. Es como si los dos necesitaran imperiosamente ampliar horizontes porque su universo estaba terriblemente constreñido.
Las situaciones que se producen son tremendamente disparatadas y hay un momento en que piensas que se están todos volviendo locos. Tal y como suceden las cosas, emergen dos personalidades completamente nuevas que poco tienen que ver con las originales. La caterva de secundarios que aparecen es igualmente tremenda. Tenemos a las dos mujeres (o mujer y futura exmujer), al estudiante inglés que está revolucionando el campus americano, la hija secreta de uno, la abortista… Vamos, unos personajes cuando menos peculiares y que no se comportan como estamos acostumbrados a ver en la mayoría de las novelas.
He de reconocerle el mérito a Lodge por construir unos personajes tan distintos y por explicarlos tan bien.
En cuanto al estilo, es más bien caótico. Parece casi una novela experimental en ocasiones. Lo que permanece es el sentido del humor, que es constante en toda la novela. No es un humor obvio, sino que la risa (o más bien sonrisa) se produce por ver a dos tipos tan aburridos metidos hasta el fondo en situaciones absurdas y tan lejanas de lo que harían en su vida habitual. No son gente graciosa, y eso es precisamente lo que mueve a la risa.
Pero a lo que me refería cuando decía que parecía una novela experimental es a que te descoloca muchas veces. Tiene partes de novela epistolar (riéndose de esto, puesto que una de las cartas termina diciendo que el género epistolar está más que trasnochado y que nadie en su sano juicio lo utilizaría), así como un capítulo hecho a base de anuncios y reseñas en revistas. Muy raro.
A mí me ha parecido curioso, pero me parece que precisamente por eso no me ha terminado de convencer la novela. Distrae. Creo que es innecesario. No aporta nada aparte de novedad ganas de hacer algo diferente. Se nota que Lodge es un tipo más bien poco conformista y que le gusta buscar nuevos caminos. Como idea no me parece mala, y como intención creo que es buena. El problema es que no casa bien y entorpece la trama. A mí esas partes me sorprendieron, pero al mismo tiempo me llegaron a aburrir. Estaba deseando que pasaran y que volviera al tono habitual.
No sé. No me ha resultado una novela redonda, porque, si bien tiene cosas excelentes, en general no me ha terminado de enganchar. Es raro, porque alabo la idea, la construcción de los personajes, los múltiples detalles que salpican la trama e incluso el humor conseguido a fuerza de contrastes. Y pese a todo me ha aburrido en el global. Una pena.
Me cuesta recomendarla porque no me ha gustado excesivamente, y al mismo tiempo creo que no sería justa si la denostara mucho. Sentimientos encontrados, diría yo que tengo. Pienso que sí que tiene su lector, aunque en este caso no haya sido yo.
Ficha técnica
Título: Intercambios
Autor: David Lodge
ISBN 978-84-339-6740-4
PVP con IVA 7 €
Nº de páginas 304
Colección Compactos de Anagrama.
Vengo de leer la opinión de Bedizu en la que comenta que ella también ha caído en la “chick lit”, pijo palabro (efectivamente) donde los haya. Dudaba si escribir hoy sobre este libro o sobre otro más sesudo y difícil que tengo pendiente comentar, pero me he dicho ¡qué diablos! ¡Hagamos honor a la secta! Por cierto, que tendremos que pensar en un saludo secreto para reconocernos entre nosotras, tipo alguna frase mítica de algún libro laureado, y así lo hacemos oficial.
Comentaba Bedizu la vergüenza de leer estos libros en público, y aún más, de que te pillen. Como le he dicho en el comentario, no le informé sobre el modo de uso porque supongo que esto es como la primera vez que te pones tanga. Crees que todo el mundo te está mirando (y probablemente, según te quede, sea verdad), pero llega un momento en que dices ¡a la mierda! ¡Al que no le guste que no mire! Y comienzas a llevarlos con normalidad. No es mi caso, que me parecen incómodos de narices, pero no es esta una opinión para hablar de tangas sino de libros “ligeritos” y visto lo extendido de su uso creo que la metáfora nos sirve.
Al principio te sientes rara por leer libros de estos. Efectivamente, viste mucho más en las reuniones sociales culturetas varias fardar de los clásicos que has leído que reconocer que te zampas este tipo de novelas igual que si fueran rosquillas. Probablemente alguno ponga cara de susto si comentas que no has leído el Quijote, y si osas decir que aunque lo has leído no le encuentras el aquel, pero no quiero ni imaginarme el “chock” al mostrar pasión por estos libros. Que lo mismo te excomulgan del “culturetismo” y te hacen devolver las gafas de pasta como a los policías que expulsan la placa y la pistola. No eres digna, no.
Pero luego descubres que no es para tanto, y que mucha más gente de la que te crees se los traga. Yo me quedé mucho más tranquila el día que una profesora universitaria amiga mía me dijo con total normalidad que le daba a los “jazmines” cosa mala. Ese día me dije a mí misma que había superado la fase de negación y la de acercamiento a hurtadillas para pasar a la de aceptación. Sí, me gustan las novelas de chick lit ¿es delito?
Ese día te lo llevas con normalidad allá donde vayas y te da exactamente lo mismo lo que opine el resto. Es más, hasta los defiendes. No, no es síndrome de Estocolmo. Yo soy plenamente consciente de lo que estoy leyendo. Son libros sin trascendencia, estupendos para leer entre novelas más sesudas, que se consumen como pipas. No es un solomillo, eso ya lo sabemos, son más bien las olivitas que te ponen en los restaurantes italianos para ir abriendo boca.
Llega un momento en que te has leído tantos, que hasta eres capaz de distinguir entre un buen libro de chick lit y uno pésimo. Y es que ¡no es lo mismo! (eeeeeeeeeeees distiiiiiiiiiiiiintoooooooo) Los hay que son un cúmulo de topicazos, los que introducen novedades, los que tienen un planteamiento diferente y los que aburren a las vacas. Para el profano todo es igual, pero para el gourmet existen muchas diferencias.
Huelga decir que yo ya he perdido la cuenta de los libros de este estilo que he leído y que tengo el paladar más que hecho. Distingo el garrafón a la legua. Ya me pueden poner un ¡inédito! ¡bestseller! que da igual. A las cuatro líneas ya sé si es potable o no. Hay quien se ha especializado en vinos, y no le cuelas un don simon por un reserva, pues a mí me pasa lo mismo con la chick lit.
== Paladeando “Romper con la rutina” ==
Este libro concretamente llegó a mí a través de una usuaria de Ciao, una de la secta, a la que no le gustó nada pero que creyó que a mí podría interesarme. Es lo que tienen las sectas, que nos pasamos la droga de unas a otras. Uno de los motivos por los que creyó que me podría agradar es porque en la portada anuncia que es una mezcla entre Friends y Sexo en “Niuyol”. Los publicistas saben cómo venderse, eso no se lo negaré. La mayoría de las adictas lo somos también a esas series y ese reclamo haría a más de una tirarse en plancha a por él. Se curraron también una portada al uso, lo que es de agradecer en esencia editorial, porque la que perpetraron en uno de los libros que leí últimamente no tiene perdón de dios.
Sexo en NY, Friends, coloricos, una chica estilosa en la portada… es como ponerle a mi hija un “pachús” (= chupachups) delante y pretender que no se lo coma ipso facto. Una tortura innecesaria.
Connie es una chica que lo tiene todo. Nos la pintan como una tía que está bastante buena (tal vez un poco anoréxica), que tiene un marido de esos que sólo se encuentran en los libros (no me veo al tal Luke echándose pedos o saliendo del baño sin lavarse las manos) y un grupo de amigas chachis pirulis. Lo único que falla es su trabajo… aparentemente estiloso, pero por lo visto aburrido de necesidad.
El caso es que ella, que es guay y tiene una vida guay, se cuelga de un compañero de trabajo y tiene una aventura con él. Y sobre esos mimbres se construye el libro. Sobre cómo se las ingenia y los conflictos morales que le surgen.
== Profundizando en la novela ==
Una de las primeras cosas que llaman la atención es que el lenguaje que utiliza es bastante vulgar, soez en ocasiones y que no escatima un detalle en los asuntos de cama. No se corta un pelo, vamos. En esto recuerda mucho a Sexo en Nueva York, realmente. De hecho, incluso utiliza expresiones que sólo he visto verbalizadas ahí, como “bajarse al pilón”, frase que nunca había visto escrita en una novela de chick lit. Connie recuerda mucho a las amigas de la serie de Sarah Jessica Parker.
En realidad, sí que he visto muchos paralelismos con Sexo en NY, y no tantos con Friends. Con Sexo… la comparación es bastante fácil. Connie se rodea de un grupo de amigas, cuatro concretamente (una más), y cada una son de su padre y de su madre. Está la devorahombres (Lucy), la madre abnegada (Rose), la chica normal (Daisy) y la enamorada del amor ansiosa por casarse (Sam). Las conversaciones son bastante distendidas, no huyen de los temas peliagudos y hablan con bastante libertad de las cosas de sexo. Sin embargo, mi sensación es de que no estaban tan unidas como las de la serie. No quedan tan a menudo y (tal vez por eso dicen que se parece a Friends), muchas veces les acompañan los hombres. Pero ellos no son miembros de pleno derecho. Ellas son las amigas, ellos han venido más tarde.
Respecto a la cuestión de la infidelidad, es un poco el eje que vertebra el libro. John Harding, el hombre del que se cuelga Connie es un imbécil integral. La historia es que todo el mundo lo sabe, incluido el lector, menos ella. La escritora no se molesta en mostrárnoslo como alguien encantador para luego hacerle caer del pedestal. Es un tontoalastrés y sabemos que la historia no tiene ningún futuro. Connie tampoco es tan tonta… se ha colgado vilmente pero sabe la clase de tío que es. Y aún así, no puede evitarlo.
A mí me ha parecido creíble porque estas cosas pasan. A veces nos colgamos de auténticos gilipollas a los que vemos venir y a pesar de todo, caemos con todo el equipo. Supongo que hay algo en las mujeres que nos hace desear ser la que “lo reformó”. Digo yo. O eso, o es que somos tontas perdidas. Y claro, luego vienen las lágrimas. Es una pena que triunfen más los tíos buenos que los buenos tíos. Pero es lo que hay.
Las amigas (las que lo saben, que no son todas), reaccionan de distinta manera. Daisy se indigna, Lucy la comprende y Sam la cubre en las mentiras aunque no está de acuerdo con ello. Y todas sin excepción quieren que termine porque va contra su salud.
El tema me ha parecido bastante universal. Una que hace algo moralmente incorrecto (máxime porque Luke es amigo de todas, así que no es un mal “en abstracto”) y todas se posicionan. Lo que pasa en la vida real. El modo en que está tratado es bastante crudo. La visión sobre Connie es la suma de las distintas percepciones. Todas tienen su parte de razón. No me ha parecido nada maniqueo. Las cosas no son blancas o negras, sino que tienen muchos matices.
== Valorando ==
Sí que me ha gustado el libro. Al menos es diferente, sobre todo por el tono general, bastante más subido y descarnado que lo que es habitual. Hace un planteamiento bastante más osado que la mayoría de las novelas del estilo. Es… más actual y mucho menos ñoño. Se agradece que en vez de ir por los derroteros habituales se arriesgue con unos personajes con un poco más de chicha.
Quizás se pasa un poco con Luke… demasiado perfecto. Le faltan cosas que le hagan humano, porque a veces no se entiende que teniendo a semejante tipo en su vida se cuelgue de un idiota integral. Le puedes echar la culpa a las hormonas, pero hay momentos en que parece un poco irreal. Las amigas me han gustado más, aunque en pasajes se desdibujan un poco.
Creo que sí que recomendaría su lectura, como algo distinto. Pero vamos… lo de ser una mezcla perfecta entre Sexo en NY y Friends… ¡Qué más quisiera el gato que lamer el plato!
== Ficha técnica ==
Título: Romper con la rutina
Título original: Playing away
Autora: Adele Parks
Editorial: Esencia editorial
Fecha publicación en España: 04/07/2008
Fecha publicación original: 2000
ISBN: 978-84-08-07631-5
Nº Páginas: 448
Formato: 14,5 x 21,5 cm / Rústica
Precio: 18 euros
Estoy de vacaciones (al menos a la hora de escribir esto, no sé si cuando se publique). Y cuando me hice la maleta no se me olvidó echar un buen puñado de libros, segura de que alguno que otro iba a caer. Para el verano me gustan, sobre todo, los libros entretenidos pues mi cabeza no está para grandes filosofías. Entre que se suelen leer a salto de mata, con múltiples interrupciones, lo siento, pero no me apetecen cosas densas y profundas. Ya quedará tiempo para ellas.
Harlan Coben es maravilloso para estos propósitos. Es un autor de novelas de suspense, thrillers en los que la acción predomina sobre la descripción. Éste es el segundo libro que leo suyo y me ha parecido bastante similar al anterior en estilo, rapidez y ese tipo de cosas.
== Argumento ==
El asesino Monte Scanlon, encerrado en el corredor de la muerte, decide confesarle algo relativo a la muerte de su hermana Geri al fiscal Scott Duncan.
Tres meses más tarde, Grace Lawson cuando mira unas fotos que acaba de revelar se encuentra con una foto bastante extraña y que está segura de no haber hecho. En ella se ve a su marido mucho más joven con cuatro personas más, una de ellas tachada con una equis. ¿Qué querrá decir? Grace se la muestra a su marido para arrojar algo de luz, pero sorprendentemente su marido se va de casa a toda velocidad y ya no vuelve.
Grace necesita saber qué pasó. Tiene la seguridad de que Jack no se ha ido voluntariamente y de que está en peligro. Esa foto parece ser la clave que la acercará a la verdad y a su marido.
== Impresiones ==
Pues sinceramente, esperaba bastante más de este libro. La prueba es que esta es la tercera vez que intento escribir la opinión y no hay manera. No creo que sea una cuestión de expectativas porque sólo he leído un libro de Coben y aunque me gustó mucho tampoco me enfrentaba a este esperando encontrar una obra maestra. Además, soy bastante agradecida como lectora para este tipo de novelas. Es difícil que me decepcionen porque habitualmente espero únicamente pasar un buen rato, que me mantengan en vilo y poco más. Sobre todo en verano.
Me ha sorprendido que todo el mundo lo evalúe con cinco estrellas y que diga que es un libro que te engancha y que no puedes dejarlo. A mí no me ha pasado en absoluto. Tenía ganas de acabarlo, pero no tanto porque me muriera de las ganas de saber qué pasó sino más por pasar a otra cosa. Y eso es mala señal. De todas maneras, visto lo visto, igual soy yo la rara, no digo que no.
La historia no me ha parecido mala malísima de la muerte mortal, no es eso. Realmente tiene todos los ingredientes para que con esos mimbres se construya una historia más que decente y entretenida. El problema es que lían tanto la madeja que mi sensación es de que se pierde. Me gustan las novelas consecuentes, que si hay dos historias tengan un sentido en conjunto. Pero aquí hay demasiados nudos, demasiadas cosas que al final no se terminan de explicar. Igual es que yo soy un poco lerda (o simplemente, estaba ya tan harta del libro que me superó, quien sabe), pero os juro que cuando terminó el final me pareció traído por los pelos. ¿Sabéis cuando da la sensación de que el autor ha comenzado a escribir algo sin saber cómo va a terminar? Pues algo así. Creo que le faltaba planteamiento y aclarar las cosas de manera mucho menos peliculera y forzada. No digo que no sea sorprendente, pero al menos para mí no es creíble. Quedan muchos flecos, muchas preguntas.
Entre las preguntas que a mí me surgen, está una tan imbécil como ¿y por qué se llama el libro así? No tenía el libro a mano ahora para mirar el título original, así que he recurrido a san google para que me iluminara y no, no se trata de un “titulicidio” de esos que perpetran a veces los traductores. El título que Harlan Coben escogió es el mismo, Just one look. Y me quedo como estoy. Si hay una mirada, pero ni siquiera es de la protagonista, ni pertenece a la trama principal. Así que ¿A qué leches de mirada se refiere? Ya os digo, igual es que yo estaba un poco obtusa, pero no acierto a ver una mirada lo suficientemente relevante como para darle título al libro. Y ni siquiera una mirada metafórica, ya que estamos. Hay cosas mucho más importantes que podría haber elegido para nombrar a la novela. Qué cosas.
Tampoco me han matado los personajes. El malo (que sabemos perfectamente quien es) es gris como el que más. Un rollo de personaje. El fiscal, un aburrido de padre y muy señor mío, y la única que se salva, pero por los pelos es Grace. Es la única que tiene un poco de “rasmia”.
Es de agradecer que la novela es bastante rápida, en el sentido de que se lee bien, que tiene un estilo bastante ágil. Pero vamos, que pese a eso, a mí me ha aburrido… y eso no dice mucho en su favor.
== Valoración ==
No me voy a entretener más porque tampoco el libro, a mi entender merece que me explaye más. Personajes planos, trama demasiado liada y no demasiado bien resuelta, y sensación de no ir a ningún sitio. Eso es con lo que yo me quedo con esta novela.
Yo le daría un aprobado ramplón. No es, ni de lejos la peor novela que he leído, pero dista mucho de ser algo recomendable así en general. No me parecería justo evaluarla con menos porque tampoco es que sea un libro de esos que aborreces hasta la extenuación. Es más que me ha dejado indiferente hasta para odiarlo ¡qué horror!
Pasará sin pena ni gloria en mi historial de lecturas. Lástima, el anterior que leí me gustó mucho y éste me ha dejado fría. El tercero decidirá qué hago con Coben, si sigo leyéndole o me dedico a otros autores de este tipo de géneros.
Bueno, vale. La portada es horrorosa, con pintas de novelucha romántica barata. El título no es mucho mejor, suena ñoño de narices. Creo que jamás la hubiese comprado si no se hubieran dado dos factores a la par, a saber: uno, que en el Corte Inglés había un montón de libros de los que normalmente cuestan diecimuchos euros a seis euros, y dos, que yo no tengo medida y en vez de llevarme uno o dos como las personas normales, arraso. Qué os voy a contar que no sepáis.
Lo cierto es que lees el resumen y la cosa mejora un poco. Habla de tres mujeres en un momento difícil que debían haber cogido un tren y no lo hicieron salvo una. Y bueno, parece hasta interesante. Y dije "total si son seis euros…" (que parezco los del anuncio total por unas gotas, total por un botellín) y me lo llevé.
Normalmente la cago bastante cuando compro en estos montones de saldos del Corte. Me he llevado cada bazofia a casa de las que hacen historia. Pero mira, llevo tres de seis, y de momento tres libros bastante interesantes que he leído. Todo un avance respecto a anteriores incursiones al montón de los saldos.
Argumento
El libro trata de las historias de tres mujeres, Rosie, Dara y Louise.
ROSIE acaba de enviudar y trata de adaptarse a su nueva vida. Sus hijos David y Sophie parece que en vez de apoyar a su madre lo que pretenden es más bien aprovecharse de ella. Sophie quiere engatusarla para que la avale en la compra de una casa que está claramente fuera de sus posibilidades y David, que se está divorciando, se instala en su casa en una muy difícil convivencia.
DARA por el contrario se acaba de casar con Mark, pero no parece muy feliz. Ella está todavía enamorada de Noah, un hombre con el que estuvo bastante tiempo y que parecía perfecto… hasta que las diferencias entre ambos los separaron. Pero Dara sigue creyendo que aquello tenía solución y en cierto modo se casó con Mark como segunda opción.
A LOUISE la atropelló un coche que se saltó un semáforo en rojo, lo que se tradujo en un montón de secuelas. Se marchó a Dublín, cambió su aspecto, adelgazó un montón y comenzó a vivir una vida que no le pertenece, por encima de sus posibilidades.
Y el tren descarrila. Dos podrían haber estado dentro, la otra sí que estaba. Y eso va a cambiar las cosas… porque todas piensan en lo que podría haber pasado.
Impresiones
He de decir que he leído el libro de manera muy poco convencional. En vez de leerlo de manera lineal, empezando por el principio y acabando por el final, lo he leído a saltos. Resulta que me interesó tanto la historia de Rosie que en una primera lectura sólo me leí lo concerniente a ella. Posteriormente me leí las historias de las otras dos, esta vez ya, seguidas. Se puede hacer perfectamente, dicho sea de paso, y no te dejas nada en el tintero porque son tres historias completamente independientes. Las tres protagonistas tienen lazos de unión ya que Dara trabaja en el bufete que defiende al conductor que la atropelló, aunque no se encarga del caso directamente, y su suegra es íntima amiga de Rosie, pero estos puntos en común no son relevantes para la trama. De hecho creo que las protagonistas no cruzan palabra en toda la novela.
No digo que"tengáis que" leer el libro de esta manera caótica en la que lo he hecho yo. Sólo que "se puede". A mí a veces me pasa que necesito saber más de una historia y que me la interrumpan continuamente hasta me molesta.
En contra de lo que pueda parecer el libro así a priori, la cosa es que las tres historias están bastante bien y resultan de todo menos ñoñas o edulcoradas. Para nada. De hecho, no acierto a comprender porqué la misma editorial lo ha considerado chick lit cuando no tiene demasiado que ver. No es un libro superficial y tiene muy poquitas cosas en común con el género. ¿Que está protagonizado por mujeres? Eso no debería ser importante realmente ¿O todos los libros protagonizados por hombres pertenecen a un mismo género? No lo sé. Me resulta muy difícil enclavarlo en un género concreto porque chick lit no es, tampoco es un libro romántico, ni un dramón… pero eso no implica nada.
Y es que las tres historias son muy de verdad. Tienes en todo momento sensación de que lo que te está contando es perfectamente verosímil.
Leí primero la historia de Rosie porque tenía ganas de saber si le acababa echando narices al tema. Iba a decir "porque no me creía lo que estaba leyendo" pero no era del todo verdad. Sí me lo creía. Demasiado bien. La historia de una madre tan buena (y taaaan tonta) que sus hijos se aprovechan de ella en exceso. El problema es que ella se culpabiliza de que sus hijos sean unos egoístas de padre y muy señor mío. Parece que todo tenga que ver con la educación que les ha dado ella y su marido. Y no. Es que sus hijos tienen un morro que se lo pisa y a ella le cuesta encontrar los arrestos para mandarlos a freír espárragos, que es lo que tenía que haber hecho en el minuto uno de la novela.
La historia de Dara es la más larga, quizás y también resulta muy creíble. Me gusta porque refleja algo que tendemos a hacer las personas con demasiada frecuencia. Idealizar el pasado (aunque en su día estuviera lleno de defectos y taras) frente a un presente que nunca llega a estar a la altura de nuestros sueños. Dara se casa con Mark y realmente no creo que lo haga por pena. Lo quiere, porque Mark es un tipo que se hace querer y con el que las cosas son fáciles. El problema es que ella no ha cerrado la puerta de su ex. Todavía cree estar enamorada y es bastante obvio que en el tiempo en el que no ha estado con él se ha dedicado a idealizarlo y a ponerlo en un pedestal que no le corresponde. Es como si Noah fuera una espina clavada que no le deja disfrutar de lo que tiene.
Dara no es tan idiota como para no percatarse del pedazo de marido que tiene. Simplemente es que nunca la realidad es tan buena como algo que hemos imaginado perfecto. Sus expectativas eran tan altas, y ya no tan altas, tan peliculeras, que le impedían disfrutar de los pequeños detalles.
Por último está Louise. Sinceramente es la historia que menos me ha interesado de las tres. Quizás es porque la chica es la más floja de las tres, al menos para mi gusto. Dara me cae bien y la historia de Rosie con sus hijos me indigna tanto que quiero saber. Louise, sencillamente, me deja más indiferente. Lo mejor de su historia es como por encajar (nunca lo ha hecho) se mete en una dinámica de gastos y más gastos descontrolados que resulta muy nociva. Louise acaba viviendo una vida de mentiras y autoengaños que se retroalimentan los unos a los otros. Y estas cosas siempre acaban por explotar.
De todas maneras, me da la sensación de que no es que sea la peor historia de las tres, sino que más bien es la que menos me interesa a mí particularmente. Las otra dos historias me tocan más la fibra sensible que ésta en este momento de mi vida y lo que cuentan de Louise ahora me cae bastante lejos. Es una cuestión de empatía, más bien.
Otras cuestiones
Desconocía por completo a la autora. Al parecer Melissa Hill debe ser bastante conocida en Irlanda por lo que pone la solapa, aunque ya sabemos que los editores siempre tienden a engrandecer a sus autores. Pero bueno, la chica ha publicado cuatro novelas desde 2002, lo que no está nada mal.
Es un libro muy fácil de leer, muy fluido. No cae en un exceso de descripción ni se puede decir que esté pleno de ágiles diálogos sino que es una novela bastante equilibrada y que se lee bien.
Sinceramente no me ha parecido un novelón, de esos que te dejan mella y permanecen. Pero yo que tenía nulas expectativas a su respecto, lo cierto es que me he sorprendido porque creo que es un libro que está infinitamente mejor de lo que aparenta. No creo que pagara su precio original, aunque también es verdad que lo pagaría últimamente por pocos libros. Pero por lo que me costó, incluso en edición de bolsillo, no está nada mal. Y oye, si por el precio de un bolsillo puedes tener una edición más o menos en condiciones, pues mejor que mejor. Estaría bien que la editorial Esencia (que es del grupo Planeta, por cierto) cuidara un poco más sus libros porque la portada es terrorífica y distorsiona la realidad. Y tampoco me parece de recibo lo que cobra por cada uno de estos ejemplares si tenemos en cuenta la calidad. Que sí, el tamaño es de edición "buena" pero la tapa es de las blandurrias y el papel no es especialmente bueno. No me extraña que estuviera en el montón de saldos porque se pasaron cuatro pueblos con el precio de la colección en general. Yo encantada, vamos. Me han salido tirados, a un precio ridículo hasta para ser bolsillo (donde cada vez es más complicado encontrar libros de 6 euros) pero se lo deberían replantear en serio si pretenden vender algún libro que otro.
Ficha técnica
Título original: Wishful Thinking
Autora: Melissa Hill
Año de la publicación en inglés: 2005
Año de la presente edición: 2007
Editorial: Esencia (www.esenciaeditorial.com)
Número de páginas: 382
ISBN: 978-84-08-07185-3
El otro día en mi asalto al Corte Inglés no me pude creer mi buena suerte. En el montón de libros de saldo por una vez había bastantes cosas interesantes. Me llevé unos cuatro o cinco de la editorial Esencia (que por lo que he visto tiene bastante chick lit) por menos de 6 euros cada uno, cuando su precio original eran de 18 euros. Yupi. De Madeleine Wickham había dos, y por supuesto cayeron.
Una de las ventajas de leer a Sophie Kinsella (que es el seudónimo de Madeleine Wickham) es que tú sabes que por muy malo que sea el libro nunca será horroroso. Al fin y al cabo es una de las reinas de la chick lit, una autora que lleva ya tiempo en la brecha y que es considerada una de las grandes. Últimamente da bastante por saco leer de este tipo de literatura porque muchas se han creído que todo el campo es orégano y que con poner cuatro tópicos uno detrás del otro ya tienen una novela. Y va a ser que no. Incluso en este género tan ligero las hay buenas, malas y regulares.
Esta novela me ha gustado bastante. Es un alivio volver a leer chick lit decente porque ya estaba un poco aburrida de no encontrarme más que malos libros del género. No creo que sea su mejor novela, pero está bastante bien. Y sobre todo, por lo que costó, está todavía mejor.
== Argumento ==
Maggie, Roxanne y Candice son compañeras de trabajo en una revista y además amigas. Acostumbran a quedar a tomar cócteles una vez al mes en el Manhattan. Pero las cosas están a punto de cambiar mucho ya Maggie está embarazadísima y va a comenzar su baja maternal. El día de su última reunión antes del parto, Candice reconoce a la camarera: es Heather, una compañera de colegio suya. El padre de Candice arruinó a la familia de Heather y ésta tuvo que dejar el colegio repentinamente, así que a Candice la conciencia le remuerde. No es que tuviera ella culpa, pero siente que tiene que hacer algo por Heather y la colocará como ayudante de redacción en la revista.
== Los personajes ==
La novela está construida en torno a las historias de las tres, que no están pasando ninguna por su mejor momento.
A MAGGIE la maternidad le viene aparentemente demasiado grande. Es una mujer triunfadora en su vida profesional, dirige con tino la revista donde trabaja y es una persona muy respetada. Pero sin embargo, no consigue hacerse con su pequeña hijita Lucia. En realidad lo que tiene es una depresión postparto de caballo.
Es una historia que me ha gustado mucho sobre todo porque me ha parecido muy real. Ella intenta tapar lo mal que se siente, lo patosa que se nota. Se “supone” que la maternidad es maravillosa. ¿Por qué ella es incapaz de hacer con soltura lo que hace todo el mundo? No quiere quejarse y claro, las cosas se van acumulando hasta llegar a una situación insostenible. Está la cosa de las expectativas. Cree que todo el mundo espera unas cosas de ella y luego en la realidad las cosas no son así.
Me ha parecido muy interesante la historia de la depresión postparto porque es bastante más común de lo que nos creemos y no es tan habitual verla reflejada en un libro de literatura de mujeres. Parece que todas tenemos que querer a nuestros hijos apenas los vemos y que los primeros meses son un camino de rosas, cuando muchas veces se producen problemas como los que afligen a Maggie.
ROXANNE es la más liberal de las tres. Tiene una historia con un hombre casado hace muchos años pero lo lleva en absoluto secreto. Ni sus amigas saben quién es: siempre se refieren a él como “Don Casado y con hijos”. No voy a contaros más de esta historia porque no veo el modo de hacerlo sin destripar la trama y no quiero. Sólo diré que afortunadamente tampoco es demasiado tópica.
La historia de CANDICE es la que supuestamente vertebra el libro. Ella tiene muchos remordimientos por lo de su padre, pese a que no tendría porqué. Cuando su padre arruinó a la familia de Heather, Candice estaba en el colegio, era una cría. Como le dicen sus amigas, está bien que lo sienta y que trate de ayudarla, pero no puede culparse de algo de lo que no fue responsable. Pero Candice es demasiado buena persona y trata de acallar su conciencia haciendo un exceso de cosas por Heather. La coloca en su revista, la lleva a vivir con ella y poco a poco esto hace que se distancie de sus amigas. Maggie y Roxanne no tienen ninguna prueba de nada, pero presienten que Heather no es buena persona, como efectivamente se demuestra.
== Impresiones ==
Es un libro bastante interesante y para ser aparentemente ligero tiene más miga de la que se pueda creer. De las tres historias, me parece la más previsible la de Candice sin duda. Se supone que tendría que ser la principal y la más sorpresiva, pero sinceramente a los dos segundos ya sospechas que Heather no es trigo limpio y lo que viene a continuación no te pilla por sorpresa. Pero en cambio las historias de Maggie y Roxanne sí que me han parecido bastante frescas y no contadas tantas veces.
No creo que sea el mejor libro de la Kinsella / Wickham (que tanto da lo uno que lo otro) pero como he dicho cualquiera de ella mantiene un nivel bastante superior al del género en global. Yo me lo leí en una sentada, en un par de horas a lo sumo. Son unas 300 y pico páginas de lectura muy fresca, rápida y relajada. Casi te dan ganas de prepararte una de las deliciosas bebidas que nombran en el libro para tomártelo al mismo tiempo.
Te hace sonreír, toca temas interesantes, es ágil, con sus puntos de humor… vale, no es una obra maestra, pero me costó tirada de precio y cumple a las mil maravillas su función de usar y tirar. Yo no me he sentido estafada, que es más de lo que puedo decir últimamente con el género.
No me gastaría 18 euros en ella, pero por 6 que me costó está francamente bien y no me arrepiento en absoluto de su compra. Si la veis por un montón de saldos, podéis haceros con ella perfectamente que lo pasaréis bien.