Última oportunidad - Harlan Coben


Me considero una persona bastante omnívora en cuanto a literatura… de hecho, para que os hagáis a la idea, en mi último asalto a la Fnac salí con este libro, uno de Emily Giffin y otro de Jane Austen. Es decir, uno de suspense, otro de chick-lit y otro de literatura clásica inglesa. Vamos, cada uno de su padre y de su madre. Creo que acabaría antes diciendo lo que no me gusta (la literatura especialmente contemplativa) que intentar acotar lo que me gusta.

A Harlan Coben he llegado de la mano de Enderlarkin, un usuario al que respeto y admiro a partes iguales. Es cierto que no es el único que ha recomendado a Coben, y ni siquiera el único de cuyo criterio me fío, pero sí que es el único que profesa la misma admiración que yo a Michael Connelly. Y dado que ambos trabajan el mismo género, le debía una oportunidad. La verdad es que no me ha decepcionado.

== ¿Qué espero yo de la novela negra? ==

Siempre me ha gustado mucho la novela negra. He de confesarlo. Es uno de los géneros que he frecuentado con mayor asiduidad porque conecta muy bien conmigo.

A los libros les pido distintas cosas, según el género que sean. Unas veces me gusta recrearme en lo bien que están escritos. Me sorprende y me admira la maestría con la que algunos autores manejan las palabras y me gusta, sencillamente, disfrutar de la poesía que desprenden algunas prosas. Otras veces me gusta aprender mientras me divierto. Esto me pasa sobre todo con la novela histórica. Me gustan las novelas bien documentadas y que son capaces de enseñarme cosas de un modo entretenido, a la vez que me cuentan una historia. A veces me gusta involucrarme con las historias de los personajes, sentirme identificada, sufrir, tratar de entenderlos y estas cosas. En estos casos me gusta que el mimo con el que estén descritos sea especial y que no se racanee con ningún tipo de detalle personal.

Sin embargo todo esto es secundario en la novela negra. No digo que no tenga que estar. Digo, muy conscientemente, que es secundario. Obviamente, agradeceré que las contextualizaciones sean buenas, y que los personajes estén trabajados, e incluso que esté bien escrito el texto… pero en el fondo no dejan de ser cosas accesorias. Para mí el peso de todo recae en la trama.

En una novela negra es importantísimo el ritmo. Cuando leo una novela negra, quiero tener la sensación de que me estoy montando en un coche que acelera, y acelera, y acelera, hasta hacerme tener la sensación de que no tiene frenos…. Y de repente para porque llega a su destino. No quiero frenazos, acelerones, parones, subes y bajas. Quiero que la cosa fluya, que sea frenética. No sé si me explico.

Me parece básico que en un relato negro pasen muchas cosas, que se mantenga el suspense, que la trama vaya avanzando y que nos tengan con el corazón en un puño con un montón de preguntas sin respuestas. Que estemos implicados y queramos ir pasando las páginas en nuestro afán de querer saber. Una novela negra que se atasca y que cuesta de leer es una mala novela.

En este sentido, Última oportunidad me ha dejado satisfecha… me la leí de una sentada y acabé con ella a las cuatro de la mañana un día de escuela. Al día siguiente me acordaba de toda mi familia porque fui al trabajo que me caía.

== Última oportunidad ==

Leía a Irishy a posteriori y vi que no le había gustado demasiado la novela. Una pena. Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que dice que ella notó mucho product placement, cosa que yo no percibí en absoluto. No dudo que lo haya, simplemente es que me ha extrañado no haberme dado cuenta porque habitualmente para estas cosas tengo un radar ya que trabajé en cosas de estas y tiendo a fijarme. Creo que estaba tan metida en la trama que me abstraje por completo.

Quizás la diferencia entre su lectura y la mía, y creo que es importante, es que ella no es madre y yo sí. La novela va sobre un hombre al que tirotean en su casa. Cuando se despierta del coma, doce días más tarde, su mujer ha muerto y su bebé de 6 meses ha desaparecido. A raíz de esto empieza una investigación que trata de esclarecer qué ha sucedido ahí, quién matado a la mujer y herido al marido y qué ha sido del bebé. Aparentemente la niña ha sido secuestrada y tratan por todos los medios de dar con ella. Pero las cosas son bastante oscuras, como puede imaginarse.

Digo que su visión es muy distinta de la mía probablemente porque en mi caso el mecanismo de empatía fue inmediato. Yo en la niña vi inmediatamente a mi hija. No podía dejar de pensar en qué diablos le había sucedido al bebé. NECESITABA saber qué le había ocurrido al bebé. La angustia del padre fue inmediatamente la mía y por tanto no hicieron muchas más cosas para identificarme con él. Supongo que esto fue lo que bloqueó otras consideraciones que hizo ella que otro tipo de lectores sí que percibirán como que los personajes son planos o el product placement que nombraba. Seguro que están. Pero yo fui incapaz de darme cuenta. En mi caso, la obsesión por resolver la trama se antepuso a cualquier otra cosa. En ese sentido conectó conmigo de un modo que pocas novelas lo han hecho. Pero siendo honesta creo que se debe a que la trama me tocó la fibra sensible. Por eso no he querido obviar los comentarios de Irishy…. Porque creo que para otro tipo de lectores menos involucrados tal vez sean importantes.

En lo que sí que coincidimos es en que ambas pensamos que es una novela muy cinematográfica. Sí que te da la sensación de que está escrita de manera muy visual. Apenas abunda en detalles accesorios y va muy al grano. Creo que es eficaz en ese sentido. No pierde el tiempo en tonterías, pero sin embargo consigue el objetivo de que el lector recree en su mente con bastante exactitud los escenarios donde tiene lugar la trama. Es curioso como una novela tan poco descriptiva y tan rápida puede ser tan explícita. Otros autores necesitan muchos más recursos para conseguir lo mismo. Me ha gustado mucho en ese sentido.

El estilo narrativo es bastante fluido. La trama ocurre de manera muy rápida y las cosas se van sucediendo sin que apenas tengamos tiempo ni de respirar. Lógicamente, el autor construye el texto en consonancia: un léxico sencillo, apenas hay subordinadas y es fácil de leer.

== Recomendación ==

¿Es un libro brillante? Probablemente no. ¿Pero entretenido? Mucho. Te mantiene con el corazón en un puño, la trama está trabajada y no muere en un final trillado y es un libro más que digno. Yo me doy por satisfecha ¿Qué no es Quijote? Ya ¿Y? A mí el Quijote me aburre, llamadme hereje…

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