Locuras de Hollywood - PG Wodehouse


Reconozco mi total desconocimiento: hasta que no leí por aquí a Dadarisp no había oído hablar jamás de P.G. Wodehouse. Pero su escrito fue tan interesante que me dieron ganas de correr a comprarme un libro suyo inmediatamente. Encargué uno, que todavía estoy esperando, y en mi último asalto a la FNAC me acabé llevando éste. Iba con una amiga, que sí que había leído algo suyo, y me informó de que su personaje más conocido es un tal Jeeves, así que conscientemente busqué alguno, para iniciarme, que se alejara de la saga y que permitiera leerse independientemente.

Como ya he dicho, no conocía a Wodehouse, así que me parece bastante absurdo ponerme a copiar y pegar datos del autor de otra página sobradamente conocida por todos como es la wikipedia y a la que se accede a golpe de google fácilmente. Básicamente decir que es inglés, que nació a finales del siglo XX y que murió en 1975. Tengo entendido que suele situar sus novelas en el campo inglés y en los años veinte, pero no me hagáis mucho caso. En todo caso, ya son dos las personas que me han dicho que les recuerda mucho a Tom Sharpe y a su saga de Wilt. Quizás porque yo lo leí demasiado jovencita este autor no me hizo la más mínima gracia y por el contrario Wodehouse me ha parecido bastante divertido, así que os ahorraré las comparaciones porque no me siento en absoluto capacitada para hacerlas. Me limito a nombrarlo porque me parece sospechoso que dos personas con criterio literario lo hayan apuntado y es más que probable que efectivamente tengan conexiones. Ahí lo dejo.

== Argumento ==

Cuando el multimillonario Cork muere (algo que sucede antes de comenzar la novela, dicho sea de paso) le deja una inmensa fortuna a su mujer, la actriz de cine mudo Adela Shannon Cork. La única cláusula del testamento es que tiene que “mantener” a su hermano, Smedley Cork, un tarambana que lo ha perdido todo invirtiendo en Broadway. Claro que el concepto “mantener” es interpretado por ambos de muy distinto modo. Para Smedley supondría darse la vida padre y disfrutar también él de la fortuna de su hermano y para su cuñada se limita a tener un techo donde vivir y mucho (mucho) yogur que comer.

Así que éste está bastante harto de su cárcel de oro en las montañas de Hollywood. Por aquellos días en la mansión Cork, antaño habitada por la actriz mexicana muerta en accidente de aviación Carmen Flores, Wilhelmina Shannon, la hermana de Adela. Bill, que es como se la conoce, ha sido despedida de su trabajo como guionista de Hollywood y se ha de ganar la vida escribiendo las memorias de una hermana a la que aborrece. Por otro lado, nunca ha ocultado su amor irracional por Smedley, a pesar de que tiene ya una edad (en otras palabras, que es vieja) y que casi todos la consideran una solterona. También recalará ahí la sobrina de las Shannon, Kay, y su pretendiente Joe Davenport, un amigo de Bill.

Bill, Joe y Smedley están sin un duro y quieren progresar a toda costa ¿conseguirán sus propósitos?

== Ficha técnica ==

Título: Locuras de Hollywood
Autor: P.G. Wodehouse
Editorial: Anagrama, colección Compactos
Precio: 6.50 euros (6.18 euros en la FNAC)
Número de páginas: 208

== Consideraciones ==

Lo cierto es que me ha parecido un libro bastante entretenido. Ayuda que se lee en dos patadas porque tiene únicamente 208 páginas, de manera que es una lectura muy adecuada para el verano. A lo que te quieres dar cuenta, el libro se ha acabado. Me ha gustado porque ha sido una interesante manera de acercarme a un autor hasta ahora desconocido para mí.

No es menos verdad que yo veo “Hollywood” y me hacen los ojos chiribitas. Es un mundo que me encanta conocer, en cualquiera de sus vertientes. Así que aunque sea en clave totalmente de comedia, más que de humor realmente, no me ha decepcionado. Se nota que el autor es inglés, de todas maneras. No falta un mayordomo, Phips, que tendrá bastante peso en la trama, ni tampoco un pretendiente para Kay venido de las islas. El que tuvo, retuvo, que decía el refrán.

A mí me ha recordado a ciertas películas de la screw ball comedy de los años 30-40. Eran estas películas en blanco y negro con diálogos ágiles y mordaces y una lucha de sexos tan típicas de estas décadas. Katharine Hepburn protagonizó unas cuantas junto a Spencer Tracy, aunque mi preferida es Historias de Filadelfia en la que comparte cartel con Cary Grant y James Stewart. Por acotar más, incluso, había momentos en la lectura en la que me recordaba horrores a una película que me gusta mucho, Arsénico por compasión. Los que la hayáis visto seguro que tendréis tan buen recuerdo como yo (es una de las películas más divertidas que conozco) y para los que no, decir que en ella el pobre Cary Grant trata de salir de viaje de novios cuando va a despedirse de sus dos tías, unas ancianitas encantadoras, que viven con otro tío suyo que está completamente loco. El caso es que las buenas mujeres (que son un cielo, os lo juro) se dedican a cargarse a todo hombre solo que recala en su casa, haciéndolo por caridad mientras que el tío loco, que se cree Roosevelt excavando el canal de Panamá lo que en realidad hace es cavar sus tumbas. Es una película tremenda y descacharrantemente divertida, que aprovecho la ocasión para recomendaros si no la habéis visto ya.

En este libro no están tan locos, obviamente, ni hay muertes, pero el “tufillo” del libro sí que me ha hecho pensar en esta película una y otra vez. Será porque además de la historia para enriquecerse de los protagonistas también había un cierto sustrato romántico (nada pesado por cierto) y porque si bien no están como maracas como en la película, muy cuerdos no están. También ayuda que la película se basó en una obra de teatro y conserva parte de la estructura y de este libro bien pudiera hacerse una. Prácticamente toda la acción transcurre en un día y poco, en un mismo escenario, con muy poquitos personajes. Y como en la otra, con la presencia de la policía que va y viene.

Así que sumamos todos esos ingredientes y sí que recuerda ligeramente a ese referente. Salvando las distancias, obviamente.

Lo que destaca por encima de todo es el sentido del humor. Los diálogos y las situaciones son bastante humorísticas, pero con un tono bastante negro. No tira por el chiste fácil sino que más bien la risa se produce por lo peregrina de la situación. Está escrito de manera muy rápida. Son diálogos más bien breves, que se van lanzando en plan puyazos de un lado a otro y la trama progresa de manera muy rápida. A pesar de lo breve de su extensión y del poco tiempo “real” que transcurre en la trama, tienes la sensación de que pasan muchas cosas.

También el retrato que se hace de los personajes es bastante certero. En cierto modo están esquematizados y obedecen a patrones, pero es suficiente para una novela de esta extensión. Lo más curioso (lo digo por la época del autor) es que las mujeres dan la sensación de ser mucho más inteligentes que los hombres en general, o al menos más complejas. Bill es el cerebro, quien lo planea absolutamente todo de manera indiscutible, tanto para el lector como para los mismos personajes. Kay, que aparece más desdibujada, también es cerebral. Quiere a Joe pero sabe que no es un hombre serio y no se permite enamorarse de él. Adela por el contrario va a hacer el papel de la “mala”.

Sinceramente, yo no venía predispuesta a que Adela me cayera mal puesto que Smedley, el cuñado manirroto ya en la contraportada no me simpatizó demasiado. Me parecía un idiota. Después de leer el libro he decir que pienso que es un idiota, un manirroto, un borracho y que me resulta repulsivo. Lo que pasa que Bill y Kay sí que me caen bien y ellas no la soportan, así que consiguen transmitir al lector su odio personal hacia Adela.

Respecto a los hombres, Smedley, como digo, es un tipo de lo más repulsivo, pero que por lo que sea a todos les cae bien. A mí no. Joe quiere a Kay, pero ella lleva bastante razón en eso de que no es un tipo serio y que hace demasiadas payasadas. El Lord inglés es un petimetre. El único hombre ahí que parece tener dos dedos de frente (aunque no resulte ser precisamente un dechado de virtudes) es Phips, aunque no es menos cierto que al menos su flema británica resulta divertida.

== Recomendación ==

Creo que es un libro que está francamente bien. Se lee bien, es muy ameno, resulta entretenido y ciertamente te provoca la risa. No la carcajada, pero sí que las situaciones que se viven te hacen reír o al menos sonreír. Está bien escrito, en un estilo ágil y rápido y resulta muy accesible para casi todo el mundo.

Si a eso sumamos que cuesta 6.50, qué más se le puede pedir. Creo que leeré algo más de este autor porque me ha gustado mucho y me parece realmente interesante.

1 Response to Locuras de Hollywood - PG Wodehouse

19 de agosto de 2008, 14:11

Leo tu crónica de Wodehouse y me entero que Hollywood te "da vuelta" (te vuelve loca).
Entonces recordé una novela de Gore Vidal, llamada precisamente "Hollywood" y me permito nombrarla, por si llegara a interesarte.
Ahora una consulta sobre cine: nos reunimos en grupo, una vez al mes, a ver películas. Este mes la elección me toca a mí y estoy dudando entre Dantón de Wajda (que vi hace 20 años) y Mephisto de Istvan Szabó, que no vi. Por favor, ¿hay alguna opinión tuya sobre ellas o alguna reseña que me ayude en la elección?
Vi tus comentarios y me alegro de que te gustaran algunas cositas de La Pulpera.
¡Qué lindo que está escrito tu blog! Más allá del gracejo ¿estás relacionada con las letras en tu formación o es natural de esos pagos ese manejo tan lindo de las palabras?
Saludos cordiales y por favor no te olvides de la consulta.
Fernando